El reto de la educación virtual colombiana
- Sentidos Económicos
- 17 sept 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept 2020
La crisis provocada por la Covid-19 puso sobre el tablero la virtualidad como
alternativa para seguir con los procesos de educación en el país durante el
confinamiento.

En tiempos de pandemia la virtualización ha sido la herramienta número uno para continuar realizando nuestras actividades, el uso de ellas ha sido fundamental para continuar con nuestro día a día y en el caso de la educación no ha sido la excepción.
Si bien todo esto nos ha dejado como enseñanza que la educación no puede estar aislada de las TICs y es importante que esta vaya en el mismo ritmo en el que avanzan las herramientas tecnológicas. Para muchos profesores ha sido bastante tedioso estos nuevos procesos, asumen que no tienen las mismas destrezas para desarrollar las clases dentro de un aula que a través de una pantalla. Pero eso no ha sido problema para seguir impartiendo clases, ya que a su manera se las han ingeniado para dinamizar sus asignaturas y han creado estrategias para llevar a cabo sus funciones pedagógicas, adaptándose a la nueva modalidad de clases remotas.
Atendiendo la emergencia el Ministerio de Educación Nacional implemento varias
estrategias para trabajar en el caso:
Aprender digital: contenidos para todos, un programa en el cual se pueden encontrar contenidos educativos digitales aptos para los diferentes niveles escolares en las diferentes áreas del sabe, complementando las clases remotas.
Colombia aprende, un portal móvil y gratis en la que se pueden encontrar una serie de herramientas pedagógicas para los distintos niveles educativos.
Ultima milla: hogares conectados, se propuso facilitar la conectividad para los hogares de los estratos 1 y 2 permitiendo el acceso internet a un bajo costo con tarifas mensuales de 8.613 hasta 19.074.
Entregar mas de 77mil computadores con contenidos educativos preparados que no necesariamente deben estar conectados a internet.
Esto refleja el trabajo en aras de mejorar la virtualidad en el país, sin embargo urge la capacitación en las TIC’S, que sea implementado en las aulas. A partir de esta situación es menester trabajar profundamente en esta modalidad educativa que cada día va haciéndose campo dentro de las familias hablando en términos laborales también, es por ello que no podemos quedarnos atrás y en lo posible ir al mismo ritmo que lo haga la tecnología.
Según el DANE a corte del 2018 solo el 52,7% de los hogares colombianos contaban con conexión a internet, el 40,5% con internet fijo y un 29,2% con internet móvil, esto para el total nacional.
Pero si nos vamos a los datos estratificados por departamentos se observa que el acceso es bastante precario, hay zonas en donde la disparidad es bastante notoria con respecto a otras, entonces ¿De qué manera Colombia seguirá asumiendo la virtualidad educativa?.
El siguiente mapa muestra la conexión a internet de los hogares Colombianos en
el año 2018.
En cuanto a herramientas tecnológicas es mas desolador el panorama, solo el 28,8% de los hogares poseían computadores portátiles, el 20,6% computadores de escritorio y el 10,9% tableta, esta información sustraída del DANE solo muestra la información hasta el 2018, pero viendo el impacto tras la pandemia solo se puede llegar a pensar que las cifras no muestran una mejoría hasta el presente año.
Recientes declaraciones de la ministra de Tecnologías de la Información y la Comunicación Karen Abudinen, afirma que durante este tiempo se ha logrado una conectividad del 53% en los hogares, pero el plan es llegar hasta el 70% de los hogares durante los próximos 4 años.
Si bien es cierto los problemas de conectividad en el país son muy notables y estos tiempos de pandemia expusieron la brecha digital que hay en las regiones junto con la fragilidad del sistema para asumir la virtualidad académica de manera eficiente, durante los últimos meses decretados en cuarentena muchas familias se vieron afectadas por la falta de acceso a internet y de recursos tecnológicos para atender jornadas laborales y académicas.
Ciertamente en muchas ciudades se implementaron estrategias para mitigar el impacto causado por la crisis y adecuar los ambientes virtuales de aprendizaje, pese a ello, los estragos no tardaron en hacerse notar, fueron muchos los casos en los que los estudiantes se vieron en la dificultad de ingresar al aula virtual y tuvieron que ingeniárselas -en especial en las zonas rurales donde el acceso a internet es bastante escaso- para poder cumplir con sus deberes académicos, caminar largos trayectos para buscar las guías académicas ya que no cuentan con la conectividad para poder recibirlas, ir hasta la plaza del pueblo para poder acceder a alguna red WIFI, o recargar una vez a la semana el móvil para siquiera intentar ponerse al día con las actividades académicas.
En ese orden de ideas surgen los siguientes interrogantes ¿seguiremos
avanzando o volveremos a la misma rutina? ¿habrá un cambio hacia la nueva
modalidad educativa? ¿Cómo califica usted la asistencia del gobierno en la
conectividad y virtualidad de la educación?
Por: Gina Díaz Romero
Yorumlar